viernes, 27 de abril de 2012

ESE CUENTO YA LO VIVIMOS / Calderón, Gabriela

Este mes revive la Empresa Nacional de Almacenamiento y Comercialización (ENAC). Por eso quería recordar cómo funcionaron las empresas estatales que buscaban ayudar al agro. El cuento era así: el Gobierno garantizaba a los productores un precio alto mientras que le garantizaba un precio bajo a los consumidores.Por arte de magia, suponemos, la plata nunca iba a faltar. Todo este sistema se creó ignorando la importancia de los intermediarios, el sistema de precios y la competencia. Dos estudios de principios de los noventa,uno por Victoria Lawson de la Universidad de Washington en Seattle y otro por Morris D. Whittaker de la Universidad Pública de Utah documentaron lo sucedido. Se podría decir mucho más de la multitud de agencias estatales que también fracasaron en su función (Pronamec, Emade, Ensemillas, Endes,etcétera) pero el espacio no me lo permite. Todo este engranaje contribuyó a un colapso de la producción, particularmente en la Sierra. Entre 1975 y 1987 se redujeron por la mitad los cultivos de trigo y cebada y se estancó la producción de maíz suave y fréjol seco. La producción total de papas se redujo en el 45,7 por ciento .Y al final no hubo más "seguridad alimentaria". Entre 1973 y 1987 las importaciones de trigo aumentaron por el 120 por ciento y representaron más del 95 por ciento del consumo total en 1988. Entre 1976 y 1985 se triplicaron las importaciones de cebada y llegaron a constituir 30 por ciento del consumo total en 1988.¿Alguien nos ha explicado por qué ahora sí funcionaría este sistema? El Universo, 10 jun. 2008, p. 6

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