domingo, 3 de marzo de 2013

ALEMANES DIRIGEN INVERSIONES AMBIENTALES HACIA EL ECUADOR

El efecto invernadero o el calentamiento global generado por las empresas en el mundo las ha llevado a hacer un "mea culpa". Tal situación -que ha nublado las visiones empresariales, políticas y sociales- logró movilizar a empleados de la compañía alemana especializada en políticas ambientales, Tüv Rehinland, al Puerto Principal. Ayer, en las Torres del Mall del Sol, se efectuó una conferencia que convocó a una veintena de representantes de las principales empresas del país, a fin de concienciarlos e instruirlos en el manejo de los bonos de carbono y "proyectos verdes". Esas acciones ambientales surgieron luego de la adopción del Protocolo de Kioto en 1997, un compromiso suscrito por países altamente industrializados para disminuir las emisiones de CO2- con excepción de EE.UU. que abandonó la causa luego de que, el entonces presidente George Bush, adujera que no era "beneficioso para la economía ni necesario", pese a que con apenas el 4 por ciento de la población mundial, consume alrededor del 25 por ciento de la energía fósil y es el mayor emisor de gases contaminantes-. Las empresas europeas se han visto reguladas por estrictas políticas pro ambientales. Una de las más severas les obliga, a todas aquellas que superen los 20 MW en su producción, a comprar bonos de carbono (certificados de gases reducidos) en el mercado o, en su defecto, invertir en proyectos ecológicos en países en vías de desarrollo. "Invertir en Latinoamérica es mucho más barato para las empresas que comprar bonos en los mercados voluntarios o formales", asevera César Carreño, gerente comercial de Tüv Rehinland para la región. Expreso, 25 ene. 2012, p. 7

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